¿Cómo sanar heridas para evitar sangrar sobre personas que nunca te lastimaron?”.

 

woman wearing silver-colored ring

 

Sanar, dejar ir, volver a comenzar… ¿complicado, no?  Complejo y requiere tiempo, mas no es imposible. Sí se puede sanar. Sí se puede pasar la página. Sí podemos usar esa experiencia como enseñanza, nunca como escudo. Mi herida nunca debe ser fuente de dolor para la vida de alguien más.

Nos hieren sin nuestro consentimiento. Nunca pedimos que nos lastimen, no está en nuestras manos el daño que otros decidan hacernos. Lo que sí está en nuestro control es el poder de tomar decisiones. Yo decido en qué momento quiero comenzar a sanar. Solo yo decido cómo utilizo esa experiencia dolorosa como trampolín a un mañana saludable.

Pero, ¿cómo sano?

 

La solución no está en cohibirnos de volver a intentarlo. Si no en elegir con más cuidado teniendo como norte, siempre, el amor propio.

Algo, aunque sea pequeño, se nos escapa de las manos a diario. Decimos adiós a relaciones, personas, amistades, trabajos. Pero de igual manera, todos los días ganamos algo. La vida, en su generosidad se encarga de recompensarnos. Acepta las oportunidades siempre que tu intención sea crecer como ser humano, no lastiminar a alguien más.

Asegúrate de que si vas a aplicar a tu vida el refrán popular: “un clavo saca a otro clavo”, sea porque realmente te sientes preparado y no porque es una estrategia de tu mente y corazón herido.

Sanar es un proceso muy personal que es diferente en cada persona. A todos nos toma tiempo, a unos más que a otros. No te autocastigues durante el proceso. Ten paciencia. Felicítate por los avances que tengas, aunque sean muy pequeños. Recuerda que a pequeños pasos se traza un gran camino.

 

woman sitting while looking at the sunset

¿Sanar duele?

 

Me gustaría decirte que la sanación es una etapa color de rosa que recordarás toda tu vida como una de las más felices. Es posible que así sea, pero soy responsable de decirte que no es así, en la mayoría de las veces. Cuando decidimos sanar, nos enfrentamos a días soleados y a días nublados. Es la realidad. Hay momentos en que la tristeza será inevitable y no debemos reprimirla. Sanar puede ser retador, pero es la única forma de desinfectar el alma.  Créeme, si no sanas, te enfermarás emocionalmente y eso sí causa mucho sufrimiento.

¿Por dónde comienzo?…

 

Párate firme, respira profundo y toma la decisión. Hazlo por ti. Tu mayor enemigo durante el proceso, puedes ser tú mismo. Por esto debes confrontarte. Identifica qué te hace daño, cuál es la fuente de tu dolor. Pregúntate y responde con toda honestidad qué causó esa herida que tanto te duele. Luego, mírate con el amor más puro y poderoso y di: “No es mi culpa. Me perdono”. Después de este momento, te aseguro que todo irá recobrando el sentido.

Permítete sentir, valida tus emociones.  Estar triste es normal. Lo que no es normal es aferrarse perpetuamente a esa tristeza. Busca la forma de dejar ser a tus emociones: escribe, pinta, canta. La creatividad es un excelente aliado en el proceso de sanación.

¿Son necesarios los límites?…

 

La distancia y los límites son muy importantes. Recuerda que todo esto es para salvarte a ti. Si sabes que algo o alguien te lastima, traza parámetros. Crea tu burbuja de protección y autocuidado. Solo las personas que te aman de verdad y te quieren ver bien, deben poseer la contraseña para entrar.

NO. No es saludable ser amigo o amiga de tu ex a poco tiempo de haber terminado. No es productivo para ninguna de las partes. Sí se puede ser cordial y respetuoso, pero con límites claros. En nuestro intento por mantener los vínculos estrechos, podemos lastimarnos más. Debemos ser muy precavidos.

Los límites de distancia no se limitan al contacto presecial o físico. Sanar implica trazar una distancia en todas las vías de contacto: redes sociales, mensajes de texto, vídeos, fotos. Háblale a tu grupo de apoyo o círculo de confianza, diles que no quieres -por tu bien- saber nada de esa persona. Si ellos te aman, te apoyarán en el proceso. Si no lo hacen, tengo noticias: hay otras decisiones pendientes que debes tomar.

¿Cómo sabré que he sanado?…

 

woman spreading her arms

 

 Lo sabrás porque lo sentirás. Tendrás paz. Te irás a la cama, dormirás tranquila/o y recordarás sin dolor. Sentirás un balance entre tu cuerpo y mente. Caminarás, sin peso en los hombros ni en el pecho. Sentirás que vuelas. Pensarás constantemente en los momentos felices, pues cuando sanas, vuelves a nacer.

Creo en ti. Sé que lo vas a lograr.

Con cariños y respetos,

Lcda. Joharys Aybar

Psicóloga / Coach profesional
Certificada en Disciplina, Dancing Mindfulness
Especialista en Proyecto de vida, 
Relaciones de pareja y sexualidad

 

Suscríbete al Newsletter

 

Al registrarte, recibirás gratuitamente en tu correo la hoja de ejercicios de autocuidado.

¡Gracias! Revisa tu correo.